¡Hola a todos, voladores!
Hoy os traigo una entrada especial, ya que no entra en los ya
habituales relatos, reseñas o reviews. Hoy os traigo ni más ni menos que un
pequeño rincón donde desahogarnos a gusto, poner el grito en el cielo y
descargar nuestra ira sobre todas las injusticias del mundo literario.
Porque claro, como dice el refrán: la unión hace la fuerza. ¡Así
que vamos a unirnos todos para compartir nuestra frustración!
El precio de los libros
Bueno, nada más leer esto, todos estaréis pensando: ya
sabemos que tienen precios desorbitados, que es injusto, bla, bla, bla… Pero no
se puede hacer una entrada de problemas del lector sin mencionar el precio de
las narices.
Vamos a ver, queridas editoriales. Mmm… ¿cómo decirlo? Ah,
sí:
NO SOMOS
RICOS (al menos no la mayoría)
¿Es TAN caro hacer un libro? Entiendo que hay que pagar el
papel, a los editores, a los autores, libreros y mensajeros, pero en Estados
Unidos los libros pueden verse por la mitad
de precio, y allí todos parecen la mar de felices. ¿Por qué aquí no,
señoras editoriales?
Entiendo que un libro en tapa dura, o con ilustraciones, o
que sea especial por X razón pueda tener un precio superior, pero hay novelas
en tapa blanda, con una edición interior muy
normalita que pueden llegar a costar la friolera de 16€. Quizá dicho así no
parece tanto, pero con todo lo que llegamos a leer algunos lectores… ¡es la RUINA! (Y de los ebook ya
hablaremos en otra entrada, porque también tienen mucho que contar, los
puñeteros).
Por favor, aunque las ediciones sean algo peores, como las
inglesas, estoy seguro de que podéis reducir los precios. Es que estoy cansado
de que mi ciclo al llegar a una librería sea este:
2. Echarle el ojo a un libro.
3. Enamorarme de la portada y la sinopsis.
4. Ver el precio y largarme.
O, en el mejor de los casos:
4.2 Pagarlo entre lágrimas porque no tendré dinero para otro libro
Y es que algunos tendrán la suerte de que sus padres les
compran todos los libros que quieren (recuerdo cuando yo la tenía), pero la gran mayoría los tiene que pagar de su
bolsillo, o esperar a su cumpleaños que, como dice el nombre, OCURRE UNA VEZ AL
AÑO.
Creo que ya me he desahogado suficiente en este tema,
queridos voladores. Y si alguna editorial está leyendo esto, por favor, tengan
piedad de estas almas en pena que sólo quieren viajar a otros mundos a un precio
razonable.
Los cambios de edición
Yo no sé vosotros, pero yo soy muy, muy, pero que muy maníaco con las ediciones de los
libros. Con esto no digo que tengan que ser una maravilla (que oye, que si sí, mejor que mejor), sino que cambien las portadas a
mitad de la saga, o que saquen nuevas ediciones de los libros de un autor, y
los nuevos que saque tengan esa edición en vez de la antigua que tú tienes (ejem, John Green, ejem).
O cuando cambian los
tamaños de los libros.
Jo, jo, jo, cuando los cambian. (Inciso: ese “jo, jo, jo” no era una risa afable del gordo con el traje
rojo, sino una risa malvada con un trueno resonando de fondo, en el que
descargo toda mi ira sobre las editoriales ¿Aclarado? Continuemos). Es muy, pero que muy odioso
tener cuatro libros de una colección en un formato grande, y que de repente,
por la cara, te saquen el siguiente en una edición de bolsillo, o en una aún
más grande. ¿Pero esto qué es? ¿A qué imbécil se le ha ocurrido esto? Porque
los jefes de las editoriales deberían plantearse a quiénes incluyen en su
plantilla. ¿Oído ahí arriba, señores jefes?
Otra cosa que odio es que una saga famosa ya completa decidan
empezarla a sacar en otra edición para que sea más barata y accesible. Hasta aquí
todo bien, ¿no? El paraíso del lector. Por fin podrá tener el libro que tanto
tiempo lleva ansiando…
ERROR.
Sacarán el primero, con suerte el segundo, y ahí detendrán la
única gran idea que ha tenido el Señor con las Peores Ideas del Mundo que
parece haber en todas las reuniones de una editorial.
Y si te gusta esa saga muchísimo, tendrás que ahorrar como un
condenado/a para poder comprar los demás libros en su versión tapa dura y agujera-bolsillos,
y para colmo no quedarán bien en tus
estanterías.
Vale, vale. Respira hondo, Guille. Ya te has desahogado.
¿Mejor? Vale. Bien. Pasemos
a la siguiente y última queja del día.
La postura para leer
Uy, la condenada postura. Si no fuese porque los libros son
tan maravillosos, habría dejado de leer hace mucho tiempo por todos los dolores
que provocan después de un rato leyendo. Y
es que leer cien páginas equivale a ir y volver de la guerra.
Enserio, ¿por qué demonios no puede haber una postura
per-fec-ta? ¿Es taaaanto pedir? Que no te estoy diciendo que la pueda adoptar y
pasarme la vida así, pero que al menos dure más de una hora.
Lo peor es la falsa postura perfecta. Cuando tras un buen rato de cambios
y acomodarse, tu cuerpo, alma, silla o cama, y libro hacen ¡clic!, y sientes que el mismo cielo te ha iluminado. LA HAS
ENCONTRADO.
Sí, qué bien, ¿no?… perdona, mira aquí abajo. ¿Me ves? Soy
yo, la realidad. Sí, esa cosa oscura con un martillo que no te deja ir a tus
mundos favoritos. Pues no te he visto sufrir suficiente, no, así que, como tal
postura perfecta no existe… ¡toma!
¡Tirón de cuello!
Y ahí ya te mueves con el rostro convertido en la viva imagen
de la furia, e, indignado, y comprendiendo que tal postura mágica no existe, te
resignas y cambias de posición de nuevo… para tener que volver a buscar otra a
los 15 minutos.
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¡Hasta aquí la entrada, voladores! Espero que os haya servido para ver que no estáis solos, que todos compartimos estas frustraciones, y que juntos las cambiaremos algún día *snif, snif*
Si os ha gustado y queréis más, no dudéis en decirlo en los comentarios, que tengo problemas para escribir largo y tendido.
¡Nos leemos!
GuilleAS